En una nota anterior te hablamos acerca de cinco cuidados claves para tu auto. En esta ocasión les vamos a dar otros consejos que debés seguir para que tu coche no se desvalorice tanto cuando decidas venderlo.
La clave para ser un buen dueño es tener un cuidado proactivo de nuestro vehículo. Esto significa que no tenés que esperar a que algo empiece a fallar para mandarlo a revisar sino que periódicamente tenés que aplicarle ciertos cuidados -dependiendo de varios factores- para que nunca llegue, o al menos lo menos posible, el desperfecto. Ahora bien ¿cuáles son esos factores de los que hablamos? Principalmente el uso que le des a tu auto. No es lo mismo manejar en ciudad que en ruta o en un pueblo. Tampoco da igual si tu auto es para uso personal y familiar o si lo usás para trabajar. Además, no todas las partes del auto necesitan ser revisadas al mismo tiempo. Cada una tiene diferentes niveles de gasto y durabilidad por lo que tenés que conocer bien cómo está compuesto tu coche para armar un calendario de revisiones que te ahorre dinero.
Si tu alineación y balanceo están muy mal te vas a dar cuenta pronto. Idealmente no deberías llegar a esta situación ya que un mal balanceo hará que tu auto vibre demasiado cuando conduzcas a una alta velocidad. La alineación es vital para que no solamente puedas conducir en una dirección precisa sino que además no generes un desgaste desigual en la banda de rodamiento.
Hacer revisar las luces no tiene tanto que ver con la performance del auto sino con una cuestión de seguridad. Una mala iluminación es una peligrosa iluminación tanto para otros conductores como para nosotros mismos.
Probablemente hayas notado que las calles y rutas no son precisamente el paño de una mesa de billar. Por el contrario, frecuentemente hay un pozo o una desnivelación en el camino que hace que tu auto salta como el todoterreno que no es. Si el auto no se desarma todo en gran parte es por el trabajo del sistema de amortiguación. Los amortiguadores son los responsable de nivelar los golpes e impactos que pueda sufrir el coche así la suspensión sale lo menos dañada posible. Como también colaboran para que las ruedas estén en contacto con el suelo hace que no sufran mucho desgaste. Con toda esta explicación queda claro que revisar los amortiguadores te va a ahorrar muchos dolores de cabeza.
Algo que pocas personas ven como una forma de mantener el valor del auto es el lavado. Por lo general se lo relaciona con un tema estético pero mantener al coche limpio hace que cualquier suciedad se adhiera a la superficie y la dañe. El sol castiga mucho a la pintura por lo que siempre que puedas deberías dejarlo en lugares con techo o protegido. Asegurate de lavarlo antes de que esté sucio y que se le apliquen productos de nivel.
Como ya te contamos acerca de la importancia de la batería del auto y lo que tenés que hacer para que dure el mayor tiempo posible, el último punto lo vamos a dejar para un detalle que por ser menor puede que lo tengas poco presente. El limpia parabrisas también merece atención. Si cada vez que lo pasás notás que la limpieza no es total entonces es hora de cambiarlo.
Una buena forma de mantenerte motivado con todos los cuidados que tenés que tener con tu auto es pensar que estás protegiendo tu inversión y que si un día lo vendes, la persona interesada en comprarlo va a inspeccionarlo minuciosamente por lo que cualquier detalle puede significar menos valor.
