Por suerte para vos y tu economía, los motores están diseñados para durar muchos años siempre y cuando le prestes atención y seas responsable con el uso que le das.
Ya te dimos cinco consejos muy útiles para que puedas extender su vida útil y además mejorar la calidad de rendimiento. No obstante, el secreto para un auto de gran performance –y buen valor de venta- requiere mayor cuidado. A continuación te damos otros puntos de atención.
1) No esperes que el tanque llegue al mínimo.
Como probablemente sepas, el combustible tiene siempre una cantidad de sedimentos e impurezas que aunque varía mucho según la calidad que uses para tu auto, estarán siempre. Estos son más pesados que el líquido por lo que terminan siempre en el fondo del tanque. Después de un tiempo, estos formarán una capa que eventualmente puede bajar el performance que deberías obtener de tu combustible. Claro que el filtro –y especialmente uno limpio- ayudará a que estas partículas no hagan un gran daño pero eventualmente será insuficiente. Para que no tengas que cambiar el filtro seguido o sufrir el daño del motor lo mejor que podés hacer es mantener tu tanque siempre lejos del mínimo. En lo posible, pasá por una estación de servicio antes de que el indicador llegue a un cuarto.
2) Las pérdidas no son una buena señal
Acá solamente necesitás tener un ojo atento. Es importante que prestes atención a cualquier líqudo que tu auto pueda dejar. En el caso del motor, las mangueras pueden verse afectadas por altas temperaturas además de la presión. No dejes que se pongan viejas o tengan posibles filtraciones. Comunmente, lo que podés hace res fijarte antes de subirte al coche si hay manchas de aceite, combustible o agua (las más difíciles de detectar porque se evaporan rápido). Fuera de esto, aunque la prueba del ojo sea positiva recordá abrir el capot para hacer una inspección visual más fuerte.
¡atención! No solamente las mangueras deben ser revisadas. Cualquier unión con partes de silicona o metal también tienen que estar en óptimas condiciones.
3) Tu motor también respira
Imaginate salir a correr y vayas respirando el humo de los autos, algún que otro insecto y el polvo que generan otras personas trotando más adelante de vos. Toser sería lo menor que te pasaría. Tu motor en cierta forma es igual. El filtro de aire se encarga de que el aire que fluya esté limpio. Por eso, es donde las suciedades se van a quedar. Asegurate de cambiarlo para que tu motor no termine consumiendo más de lo que debe y achicando su vida.
4) Que no se caliente el motor
No es que debas velar por los sentimientos de tu motor sino encargarte de que todos los componentes del sistema de enfriamiento tengan todo lo necesario para funcionar de la mejor forma. Radiador, termostato, bomba y refrigerante conforman tus aliados para que la temperatura sea la correcta. Siempre tené presente la cantidad de líquido anticongelante. Por su parte, si el termostato está fallado no podrá detectar que tu motor necesita enfriarse.
5) El aceite también es importante
Quizás uno de los aspectos de mayor influencia a la hora de que todo esté en orden. Sin la lubricación que proporciona todas las partes vitales del motor se desgastarían y sobrecalentarían más rápidamente. Incluso, podrían llegar a quedar inservibles. Como casi siempre, la respuesta suele estar en el manual aunque un chequeo cada 5 mil u 8 mil kilómetros es una buena norma.
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